Hace pocos días hubo un ofrecimiento fallido de colaboración eficaz, según información que ha reportado y constatado IDL-Reporteros.
Lo hizo Karelim López, quien concurrió, entre el 29 de noviembre y el 2 de diciembre, a la oficina del procurador anticorrupción Javier Pacheco y luego a la de la fiscal anticorrupción Karla Zecenarro. En ambos casos fue acompañada por el abogado Fernando Ugaz. El objetivo fue ofrecer su colaboración eficaz. O, como lo expresan con mayor precisión en Brasil, su delación premiada. ¿Qué ofreció delatar Karelim López? IDL-R consiguió información confiable sobre lo que aquella conversó con el procurador y la fiscal. Entre otras cosas, Karelim López refirió tener información inculpatoria sobre el presidente Pedro Castillo. Dijo haber entregado a través del ahora exsecretario general de la Presidencia, Bruno Pacheco, una suma de dinero en efectivo destinada al Presidente y previamente acordada con él. El objetivo era tener la puerta abierta para las obras públicas y el acceso a la mayor cantidad posible de contratos. El dinero, que según dijo, fue pactado directamente con el Presidente, habría sido entregado a Pacheco en la semana del 22 de noviembre. La propuesta de colaboración eficaz abortó el mismo día que intentó presentarse. La fiscal Zecenarro indicó, de acuerdo con información fidedigna, que el primer paso de la delación premiada era reconocer culpa en el delito investigado y luego revelar, con pruebas, otras ilegalidades que pudieran servir para contrapesar la responsabilidad confesada. Por eso, la fiscal no estaba dispuesta a escucharlos si Karelim López no reconocía haber cometido el delito de tráfico de influencias en el caso del Puente Tarata. Insistieron en que su información era muy relevante, más relevante, incluso de lo que ella está investigando, le dijeron. Que era sobre un tema muy grave, que compromete directamente al Presidente. La fiscal Zecenarro repuso que si no era explícito el reconocimiento del delito, no podía iniciar el proceso ni tampoco continuar con la conversación, la cual terminó de inmediato. Poco después, Karelim López cambió de abogado. El actual es César Nakazaki quien, según parece, se encuentra recién en proceso de estudiar a fondo el caso. Como se ve, se trata de afirmaciones graves, que IDL-R reseña ahora tras constatar que fueron expresadas. Pueden ser verdad, pueden ser mentira o, lo que es más probable, pueden ser un apretado y tóxico tejido de verdades y media verdades con mentiras que requerirá investigación prolija y rigurosa para desmadejar lo uno de lo otro. Han sido ofrecidas –y posiblemente lo serán de nuevo– por una persona capaz de mentir sin parpadeos, como veremos luego; pero el hecho es que las delaciones premiadas, las colaboraciones eficaces no fueron diseñadas para las discípulas de la Madre Teresa; sino precisamente para la gente que miente sin pestañeos pero que, luego de ser descubierta y sometida, debe escoger entre delatar o pasar buena parte de la vida en prisión. Además hay razones adicionales que exigen una seria investigación. La más importante, es que Karelim López tuvo sorprendente cercanía y acceso no solo a Bruno Pacheco sino también al presidente Pedro Castillo. Las fechas y los hechos se relacionan con una implícita elocuencia:
Es posible que en esas visitas se haya hablado sobre cómo cada uno hizo el camino que los llevó a encontrarse en Breña. El uno, en pocos meses, de la provincia remota a la presidencia de la República; la otra, de la pobreza y marginalidad a una vistosa opulencia, en pocos años. Pero todo indica, en especial la correlación de eventos, que se habló también de dinero. Y ahí parece que hay mucho por explicar. Es seguro que la ultraderecha buscará aprovechar lo que se sabe ahora y, por supuesto, lo que se sabrá después, para reanudar el esfuerzo de destitución de Castillo. La provechosa cercanía que Karelim López tuvo, y quizá todavía tiene, con el Apra y con el fujimorismo, les será de mucha ayuda. Pero quien más ha ayudado a la ultraderecha y le provee munición hasta cuando esta ni la espera es, como IDL-R escribió en “El sombrero sin cabeza”, el propio Castillo. El hecho es que una democracia no se defiende ocultando lo que exige ser revelado e investigado, sino mediante su arma más poderosa: la honestidad. Volvamos a la nota. ¿Qué hacía Jean Ferrari acompañando a Karelim López en la audiencia con Castillo? La historia empieza en el Instituto Peruano del Deporte (IPD), dos presidentes de por medio, durante el gobierno de Martín Vizcarra. “De parte del Presidente” En agosto del 2018, una revelación periodística de “Punto Final” llevó a la renuncia del presidente del IPD, Óscar Fernández. Su cargo fue asumido de manera interina por el entonces vicepresidente, Víktor Preciado. Tirador de competencia, el comandante del Ejército (hoy ascendido a coronel), es además comando, aunque todo indica que el entrenamiento en fuerzas especiales no incluyó las pistas de obstáculos burocráticos en el IPD. Preciado contaba con el apoyo del entonces ministro de Educación, Daniel Alfaro. Pero pronto surgió la competencia de Jean Ferrari, quien había llegado al IPD en la última parte de la gestión de Fernández. Según una fuente con conocimiento directo de los hechos, Karelim López apareció poco después en el cuadro. “Vino amarrada con Karem Roca”, dice. De acuerdo con la fuente, Karem Roca buscó a quien pudiera ayudar a Karelim López para que su hijo entrara a jugar en un club profesional. Jean Ferrari lo hizo y gestionó con uno de los directores técnicos para que el muchacho fuera admitido en el Cristal. El testimonio de varias fuentes coincide en que a partir de ese momento Karelim López y Jean Ferrari comenzaron, ya que de fútbol se habla, “a jugar en pared”. Alrededor de su tercer mes de gestión en el IPD, Preciado tomó la decisión de despedir a Ferrari y avisó al área de recursos humanos. La información se filtró y los teléfonos empezaron a timbrar con inesperadas llamadas. Una fue de Karem Roca, quien le exigió que no saque a Ferrari. Quienes ignoraban que Roca se presentaba imperativamente como la secretaria y asistenta personal del presidente Vizcarra quedaron informados. Las gestiones de Karem Roca a favor de Jean Ferrari no se limitaron a esa llamada. Fuentes con conocimiento preciso de causa indican que cuando Víktor Preciado estaba todavía como presidente interino del IPD, Karem Roca entregó al presidente Vizcarra el CV de Jean Ferrari y lo presentó como una buena opción para la presidencia del IPD. Según las fuentes, Vizcarra vio que el nombre de Ferrari no estaba en la terna que le había hecho llegar el ministro Alfaro y lo descartó. Hubo también una llamada sorpresa: la del vidente Hayimy. Preciado conocía a Hayimy desde que este acudió en 2017 al Real Felipe –cuando el comandante EP estuvo a cargo de la histórica fortaleza–, para grabar un programa de detección de almas en pena y paranormalidades conexas. El estilo de la gestión táctica de Hayimy ha sido descrito por varias fuentes: primero una microprofecía que galvaniza la atención y suaviza la resistencia y, de inmediato, el pedido. Algo así como: te va a ir bien y sería bueno que hagas esto o aquello. En este caso fue recomendar que se mantenga a Ferrari en el IPD. Luego, cuando Ferrari estaba en la puerta de su oficina pidiendo ser recibido, el ministro Alfaro llamó a Preciado y le dijo que no despida a Ferrari. En diálogo con IDL-R, el exministro dijo no recordar haber llamado a Preciado “para sugerirle que no lo despida». Y ahí pareció terminar el tema. Solo terminó el capítulo. Luego de otros episodios de presión y de fricción –como el de la organización del mundial de fútbol sub-17 –, una inusual llamada terminó en un extraño episodio. Karem Roca llamó a Preciado y le dijo que tenía que conversar con él en forma personal un tema urgente. El estilo de Karem Roca era sugerir, y en ocasiones afirmar, que sus gestiones eran por encargo de Vizcarra. La reunión no iba a ser en Palacio sino en una dirección de Jesús María. La dirección correspondió a una casa donde Preciado no solo encontró a Karem Roca sino también a Karelim López … y a Hayimy. La casa parecía una oficina de Hayimy, pues estaba equipada con buena parte de la parafernalia del ocultismo. La conversación parecía distraída, sin abordar ningún tema central. Karem Roca y Karelim López, salían a hablar por teléfono a cada rato mientras Preciado se quedaba solo con Hayimy. El vidente hizo como que le leía las cartas al comandante hasta que, de súbito, el tono cambió, se hizo cortante y le pidieron que se vaya. Poco después de salir, entre extrañado y estupefacto, de la casa de las velas y el tarot, Preciado encontró que el verdadero espectáculo se había dado en el IPD. Jean Ferrari acababa de denunciar públicamente un chuponeo, mientras Preciado estaba en Jesús María. Ferrari dijo que había encontrado un usb con micrófono dentro de su CPU. Lo espiaban, dijo, y fue a sentar denuncia en la comisaría más cercana, que eventualmente pasó a la Fiscalía. Luego de negarse inicialmente a hacerlo, Preciado renunció y regresó al Ejército. La denuncia de Ferrari fue archivada en la Fiscalía. Pero eso no importó. El objetivo de sacar a Preciado fue logrado. En la Escuela de Comandos preparan para muchas cosas, pero no para lidiar con brujos. El extraño suceso de Jesús María fue valioso en revelar la coordinación en ejecutar acciones en conjunto de cuatro personajes aparentemente dispares: Jean Ferrari, Karem Roca, Karelim López y Hayimy. Demostró también que Hayimy no solo tenía gran cercanía con Karelim López sino que operaba con ella. Fue una primera ventana para comprender la manera sorprendente y coordinada con la que ambos personajes consiguieron efectos en el más alto nivel político. Hayimy, de paso, niega que esto haya ocurrido. Pero sus versiones, en varios de los asuntos cubiertos en este reportaje, son contradichas por varias fuentes. Brujos metidos en los negocios y la política de una nación… No es el primer caso en la nuestra. Hubo un golpe de Estado ordenado por los espíritus en febrero de 1939, con el infortunado general Antonio Rodríguez como protagonista y víctima. Y aunque haya una gran diferencia entre el espiritismo de entonces, el de Allan Kardec, y los conjuros actuales de la brujería chicha, ambos tienen una cosa en común: cada cual en su momento alcanzó niveles altos de influencia y resultados que aunque no fueron los buscados, resultaron decisivos. En la siguiente entrega veremos el puente entre el ocultismo y la corrupción, con el papel que desempeñaron Karelim López y sus asociados en él. Fuente: IDL reporteros.
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